El sector sociosanitario, en la práctica diaria de cuidados, pero también en la fabricación de equipamiento, cada vez está más concienciado de la necesidad de cuidar a la vez tanto a las personas como al medio ambiente en el que estas viven. Es una cuestión de responsabilidad, pero también de salud.
Hace ya mucho tiempo que se ha demostrado que las condiciones medioambientales tienen una influencia directa en la salud de las personas. Ya se trate de contaminación química, acústica o lumínica, entre otras, el cuerpo humano está muy expuesto a los agentes nocivos y las condiciones ambientales que lo rodean. Por tanto, si hablamos del sector sociosanitario, hacerlo de sostenibilidad es cerrar un círculo que beneficia a todos.
Sostenibilidad en el sector sociosanitario
De forma general, tanto en la fabricación de suministros sociosanitarios como en la práctica hospitalaria y de atención a la salud, es necesario incidir en aspectos que no por genéricos dejan de ser esenciales. La mayoría de ellos ya se encuentran incluidos en la legislación ambiental y sanitaria, pero siempre queda mucho camino por recorrer. Entre estas acciones destacan:
En primer lugar, una formación integral tanto del personal sanitario como de los pacientes. Una concienciación sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental, pero también social, como en el caso de SIFU y su división sanitaria SIFAM, tanto de los profesionales de la salud como de los pacientes y sus familias, contribuye a crear ambientes y condiciones realmente sostenibles.
La formación es clave
En segundo, también son necesarios unos protocolos claros para lograr una eficiencia energética, reducción de emisiones de carbono y una adecuada gestión del agua. El uso de tecnología LED, así como equipos de bajo consumo eléctrico es más necesario que nunca. Y para lograrlo, la industria sociosanitaria está desarrollando sistemas y dispositivos que, sin disminuir la calidad y eficacia, reducen al máximo el consumo.
Una muestra son la extensión de las energías renovables tanto en los procesos de fabricación como en las instalaciones de atención. La energía solar y la eólica contribuyen reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y, relacionado con lo anterior, si hablamos de cuidado del planeta, no se puede quedar fuera el transporte sostenible entre los miles de empleados y usuarios. De nada sirve tener centros hospitalarios eficientes si de puertas para afuera se contamina sin control. En definitiva, estamos ante una apuesta global por la sostenibilidad energética y ambiental.
Como tercera apuesta es necesaria una efectiva reducción de los desechos, con la tendencia a la eliminación de productos de un solo uso. Además, se debe producir una adecuada gestión de los desechos no peligrosos. En el caso de los peligrosos, los estrictos protocolos sanitarios incluyen su eliminación, pero esta ha de hacerse con totales garantías medioambientales.
Si hay un sector que utiliza multitud de material y protocolos es el sociosanitario. Cada vez más, tanto la industria como las autoridades sanitarias generalizan el uso de productos no contaminantes o con menos impacto, así como una tendencia al uso de elementos reutilizables, obviamente salvaguardando la normativa y protocolos de seguridad y salubridad.
En este caso, tanto los fabricantes como los proveedores tienen mucho que decir. Las principales áreas que tener en cuenta son:
- Los materiales reciclados. Cada vez más equipamiento médicos, desde soportes a camillas, se fabrican con material reciclados, todo un avance que no desmerece el necesario nivel de seguridad. En el horizonte, el objetivo de reducción de emisiones de carbono.
- Eliminación de los plásticos de un solo uso, extendiendo el uso del reutilizable. La industria ya está fabricando elementos de uso generalizado y cotidiano con plásticos reciclables y biodegradables. Por supuesto, si hablamos de reciclaje, no podemos dejar de hacerlo del vidrio, cuya reutilización y reciclaje es común desde hace décadas.
Legislación e iniciativas para frenar la contaminación y apostar por un futuro más sostenible
Los ejemplos de iniciativas de este tipo son muy numerosos. Uno es VinyPlus Med, que trata de acelerar la sostenibilidad en la atención sanitaria en toda Europa mediante el reciclaje de material médico de PVC de un solo uso.
Porque una adecuada clasificación y reciclaje de los residuos plásticos no infecciosos puede reducir significativamente el impacto medioambiental de los hospitales, además de sus costes operativos, algo fundamental para el mantenimiento del sistema.
En definitiva, tanto la industria —fabricantes y proveedores— como las autoridades responsables de los centros sociosanitarios apuestan cada vez más por la sostenibilidad global en todos los procesos.
Desde la elección el material hasta su eliminación, pasando por su utilización en los pacientes y usuarios, todo tiene que ir orientado a contribuir a que el planeta tenga unas condiciones medioambientales saludables. Porque, paradójicamente, sin el sector sociosanitario no es sostenible, contribuye a incrementar la presión sobre sí mismo.